Es increíble el sentimiento de conocer a alguien nuevo, conocer sus sentimientos, sus emociones, su modo de pensar, e inclusive, de reaccionar ante ciertas circunstancias. Pero qué pasa cuando la otra persona vive lejos de tu ciudad, o inclusive, de tu país. El tener una relación a distancia (o como dicen en mi pueblo, amor de lejos…) no es nada fácil. Tal vez uno de los puntos más críticos, es empezar a coordinar tiempos.
¿A qué me refiero con tiempos? Desde hablar por teléfono, platicar por Skype, Facebook Messenger, o Hangout, hasta cuando se verán.
Las preguntas más comunes a la hora de ver tiempos, sin duda son:
- ¿Tú irás de visita a su ciudad o país, o tu pareja vendrá de visita?
- ¿Qué pasará después?
- ¿Podrán salir con otras personas, o se cerrarán a un futuro no esperado?
Hay muchas cosas de pensar al tener una relación a distancia, sobre todo, cuando no estás preparado(a) para poder saber cómo reaccionar ante muchas circunstancias que aprenderás en el camino.
Muchas veces las parejas se pelean por cosas insignificantes, sin embargo, sabiendo que la otra persona está cerca, es esperar y tratar de mantener la calma, ya que, no es bueno estar enojado, y menos a cientos o miles de kilómetros de distancia.
8 razones para tener una relación a distancia
Pero a pesar de todo lo malo que pueda ser, aquí tienes 7 motivos por el cual intentar tener una pareja a distancia.
1. Aprenderás mucho de dicha culturas . Si la otra persona es de un país diferente al tuyo, podrás conocer acerca de su cultura, comida, lugar donde viven, clima, pensamiento. Y sin duda, del estilo de vida de la gente que créeme, aunque viajes por ese lugar, tardarías en aprender
2. Acelerarás el aprendizaje de otro idioma. Si tienes la fortuna de empezar una relación con una persona que hable otro idioma, no podrán quedarse callados, ni usar el traductor cuando esté conectados. Tendrás que forzarte a hablar otro idioma. Créeme que te servirá mucho, no solamente para un nivel sentimental, sino para un nivel personal, o inclusive profesional
3. Una intimidad diferente. Créeme que dudé mucho el poner este punto, pero es muy real. El estar con una persona de otro país hará que aprendas mucho sobre el sexo, tanto de tu parte, como de tu pareja. Si tú eres más liberal, podrás demostrarle que puede soltarse en el mismo plano. Y si tú eres una persona más conservadora, es hora que te sueltes, aprendas, y sobre todo, que veas que no todas las culturas somos iguales en la intimidad.
4. Siempre tendrás un lugar a donde llegar. Si la relación no funciona, y terminan en buenos términos por la distancia, créeme que esa persona estará agradecida. Y además podrás tener un lugar para llegar en caso de querer conocer la ciudad.
Amor de lejos…
5. Conocerás un lado más sentimental de tu vida. Tal vez, por el hecho de estar lejos, tus pláticas serás más apasionadas. Tus cartas, o mails serán más intensos. Y definitivamente el amor se vivirá de una forma diferente, algo que no estás acostumbrado.
6. Aprenderás a ahorrar. Aunque no parezca lógico este punto, créeme que al tener una relación a distancia, hará que cada peso, dólar, o la moneda que haya en tu país, querrás guardarlo como lo más preciado o pedir un préstamo inmediato. Dado que necesitarás pagar por el boleto de avión, hospedaje, traslados, o demás, para poder alcanzar a dicha persona. Además, te darás cuenta de la importancia del dinero para ver a esa persona.
7. Experiencias nuevas para tus hijos o nietos. Dentro de muchos años, cuando te conviertas en padre, o cuando tengas nietos, podrás contar unas grandes historias de amor. Si tienes la dicha de quedarte con esa persona, podrás terminarlo como “una gran historia de amor”, y si no, pues podrás omitir ciertos detalles.
8. Tendrás que ocupar todos tus sentidos para aprender a conocer a esa persona más rápido y eficaz, que si la tuvieras todo el tiempo en persona.
Yo muchas veces dije que no quería tener una relación a distancia, puesto que el único modo de enamorarme es en persona. Sin embargo, después de haberlo vivido y que no funcionó, puedo decir que no es tan malo como parece. Un sentimiento a miles de kilómetros, te hace aprender a disfrutar cada minutos que puedas ver o estar con esa persona.
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